LAS HABILIDADES PSICO-EMOCIONALES SERÁN LAS QUE MARQUEN LA DIFERENCIA EN EL NUEVO MERCADO LABORAL.

El nuevo paradigma laboral, al que todos nos enfrentamos, nos obliga a sacar lo mejor de nosotros mismos si no queremos quedarnos fuera del mercado de trabajo.

Hasta hace poco, primaban las habilidades técnicas y especializadas sobre las habilidades prácticas o psico-emocionales. Pero en un mundo cada vez más interconectado y automatizado, el factor humano cobra especial importancia y marcará la diferencia entre tener éxito o fracasar.

Las habilidades técnicas seguirán siendo fundamentales, no nos engañemos, pero ya no serán suficientes; deberemos desarrollar al máximo nuestras habilidades más humanas como crear nuevas ideas, resolver problemas no predecibles, pensamiento crítico, comprender emociones, complementarse con otros…

Sin estas habilidades ¿qué nos diferenciará de un robot? Si pretendemos competir con un robot haciendo su misma tarea, vamos a salir siempre perdiendo; nuestro principal objetivo debe ser el diferenciarnos, lo más posible, de ellos potenciando nuestra humanidad.

Pero el reto no sólo es con respecto a los robots, la inteligencia artificial o la automatización, sino también, con nosotros mismos. Aquellos que sepan leer e interpretar correctamente el futuro y se adapten a los cambios que la sociedad está atravesando, sin duda, serán quienes gozarán de mayores oportunidades de éxito.