DESCÚBRETE A TI MISMO Y TU SERÁS LA RESPUESTA.

Todas las respuestas a nuestras inquietudes vitales se encuentran en nuestro interior. Allí, silenciosas y agazapadas, esperan a ser descubiertas y desempolvadas para su uso.

Nos proporcionan los conocimientos y recursos que necesitamos para poder expresar todo nuestro potencial. Con ello daremos sentido a nuestra vida y alcanzaremos la auténtica felicidad (aquella que permanece todo el tiempo porque no depende de nada externo que nos pueda ser arrebatado, sino que fluye constantemente de nuestro interior). Como si de una fuente se tratara, que una vez descubierta, puesta en orden y en funcionamiento, nos da agua que sacía nuestra sed y la de los demás, ya que nuestro potencial es tan grande y abundante que tiende a desbordarse más allá de nosotros mismos llegando a todo aquél que nos rodea.